Curaduría educativa

Photo by Anh Nguyen on Pexels.com

La práctica educativa dentro del museo tiene una tradición de más de sesenta años, en el caso mexicano permeada por la conformación de equipos que venían de la educación formal (maestros comisionados) que implementaron visitas guiadas, talleres y recursos didácticos principalmente a grupos de educación básica que acudían a los museos. 

Desde entonces la labor educativa se ha ampliado, se han integrado profesionales de otras formaciones, como historiadores del arte, antropólogos, pedagogos, comunicadores, artistas, entre otros. Se han incorporado teóricas pedagógicas venidas de la educación formal (Pedagogía Critica, Participativa, Social, Constructivismo) y adaptadas al museo y otras metodológicas generadas por los propios museos (Piensa en Arte, Quest, Metodo de Acercamiento Crítico, etc) sobre lo educativo en el museo, las diversas formas de aprender que tienen las personas, la posibilidad de análisis, dialogo y reflexión que el museo puede plantear a sus visitantes, sumado al planteamiento curatorial, diseño y presentación museográfica de las colecciones. Entonces, se plantea a los educadores el reto de establecer vínculos con sus colegas en todos los niveles, así como el intercambio con los públicos, en el reto de unir teoría y práctica educativa.

En este sentido, un aspecto que se debería incorporar cada vez más en los museos y exposiciones es la Curaduría Educativa, que si bien no es un concepto nuevo, apenas se están sumando más ejemplos concretos de este trabajo, ya sea en equipos interdisciplinarios o en el modelo de Artista/Educador o el Educador/ Curador. Curador-Artista-Educador.   Entendiendo la curaduría como la propuesta conceptual (historia que se quiere contar) en una exposición y que integra una serie de acciones como la selección de piezas, la investigación formal y la propuesta de recursos museográficos, entre otros aspectos. Lo educativo en el museo implicaría, la posibilidad de generar procesos de aprendizaje en las personas, tomando en cuenta diversas técnicas y métodos de enseñanza (Didáctica); “que utiliza los objetos, la observación critica, la construcción colectiva, las actividades lúdicas y pedagógicas, entre otras, para generar procesos de pensamiento y reflexión; así como de problematización, cuestionamiento, ruptura y cambio en contextos y circunstancias específicas”.[1]

Ya en 1996, la Asociación Nacional de Investigadores de Artes Plásticas, Luiz Guilherme Vergara habla de Curaduría Educativa al potenciar la percepción imaginativa/consciencia de mirar. En 2007, en el marco de la sexta Bienal de Mercosur, Luis Camnitzer pone énfasis en el concepto de Curaduría Pedagógica, visibilizada a partir de su trabajo en este evento, donde enfatiza que el artista-curador “es quien facilita que el espectador pueda ejercer la crítica de arte en lugar del consumo pasivo” [2]. Mónica Hoff como Artista, Curadora y Educadora brasileña, nos plantea que el carácter pedagógico debería ser condición inherente a un proyecto curatorial. “si el arte es esencialmente un proceso pedagógico, entonces toda la curaduría es educativa”[3]

Joan Santacana, en los 90 planteó el concepto Museografía Didáctica en su libro del mismo nombre, enfatizando el cambio conceptual del papel educativo en el museo, el desarrollo de diversos recursos y estrategias para integrar en exposiciones, además de las visitas y demás actividades que ya hacía, dando forma y énfasis a aspectos metodológicos en el desarrollo de proyectos de este tipo. 

Un aspecto fundamental en este proceso, es el trabajo con profesionales en el desarrollo de propuestas curatoriales desde lo educativo, integrando todas las posibilidades: El Artista/Educador que se ha generado principalmente en museos de Arte Contemporáneo, donde se destaca el potencial del arte como vehículo de acción cultural que puede generar cambios, mover conciencias y transformar el mundo. El caso del Educador/ Curador es un punto en el que quiero poner énfasis como un proceso de formación y transformación del quehacer educativo del museo, mas allá de la atención de públicos y talleres; considerar al arte como un medio que permite y detona procesos pedagógicos que pueden hacerlo accesible al publico y detonar la participación y su papel activo dentro de su cultura, en dialogo con otros en el contexto del museo. 

Así en este Congreso de Educadores, era un momento propicio para que este Modulo 1, pusiera en la mesa a partir de un proceso experiencial el acercamiento a este tema y a la labor educativa vinculada a la curaduría en un proceso dinámico y continuo que debe permear a más museos.

¿Qué queremos?

Si bien no existe duda del rol educativo del museo, la ejecución de éste implica no solamente la reflexión crítica (replanteamiento o re-pensamiento[4]) sino la modificación práctica de los paradigmas museológicos desde los que trabajamos[5]así como la eficacia de negociaciones, correspondencias y sociedades con los usuarios de las instituciones y sus colecciones. Y en este último punto, los soportes museográficos, materiales y recursos de aprendizaje[6] que se emplean no son simplemente una pauta de información al público (experto o no), sino una herramienta que promueve, media y mejora la experiencia de visitar, usar y habitar el museo”[4].

Por ello, en el desarrollo de este módulo pretende:

  • Reforzar el trabajo de los educadores a partir de alternativas de trabajo colaborativo, mediado, performativo e interdisciplinario.
  • Revisar los planteamientos pedagógicos y metodológicos que guían la práctica museística-educativa.
  • Conocer e integrar modelos museológicos y educativos conteporáneos, en cuanto a nuevas lecturas sobre el patrimonio a partir de territorios diferentes.
  • Integrar la mediación e interpretación del patrimonio como medio para la generación de experiencias significativas de diferentes personas.  
  • Potenciar durante el proceso, las habilidades de pensamiento y el diálogo como motor de la reflexión entre las personas y socializar las experiencias. 
  • Implementar acciones que permitan el vinculo Curatorial-Educativa a partir de 3 ejes:
    • Cuerpo: donde los sentidos, las emociones, el movimiento, las ideas, y los aprendizajes encuentren una posibilidad de interacción y diálogo.
    • Espacio:  el cultural y socialmente construido; el expositivo (circulación, acceso físico, distancia, amplitud); y la inclusión del creado, como foro de intercambio físico o virtual. 
    • Tiempo: potenciar la memoria y el recuerdo personal y colectivo (los conocimientos previos) de los visitantes como puntos de encuentro de todos.

Este proceso de apropiación conceptual sobre la Curaduría Educativa o didáctica, tiene como base paradigmática la Museología y Pedagogía Critica, cuya postura enfatiza el papel del museo a partir de sus exposiciones y demás acciones, como un detonador de diálogo, intercambio, reflexión o controversia, entre otras acciones; en una posición que considera potenciar el papel activo de los visitantes en una exposición, no solo como repetidores, sino como transformadores de cultura y eso tiene que partir desde su misma concepción, durante el proceso de trabajo, hasta su presentación. Desde una visión epistémica de Museo Constructivista, las personas son las constructoras de su propio conocimiento y el lenguaje posibilita el desarrollo cognitivo a través de las interacciones sociales que establecen con otros (Vigotsky), lo que da importancia al aprendizaje significativo. Por ello, las muestras necesitan contener estos postulados para hacerlos efectivos, desde la perspectiva participativa e integradora de todas y todos, siendo las personas las que transforman la cultura dentro y fuera del museo, no solo los objetos colocados en la vitrina con una museografía atractiva y estética. Permitir que la experiencia curatorial-educativa integre la posibilidad de interacción de las personas con la exposición y sus piezas, para tomar un rol activo en la apropiación de los contenidos y no solo ser consumidores de información. 

Este módulo sobre Curaduría Educativa, integra aspectos metodológicos que se fundamentan en lo que desde décadas atrás se planteaba y que Sebastián Barajas destaca en su libro como “Aprender es Hacer”. El proceso de aprendizaje a partir de acciones, implica enfrentar a los participantes a una situación real que les plantee un reto (en este caso elaborar una exposición desde lo educativo), para que actúen, experimenten con las obras, se permitan equivocarse y reflexionen sobre aquello; ver el proceso como un punto de oportunidad para construir el conocimiento, hasta alcanzar el resultado deseado y se sientan con la confianza de pedir apoyo a los expertos. 

Las diferentes etapas del módulo potencian el desarrollo del trabajo colaborativo e interdisciplinario, quepretende ir más allá de hacer cosas juntos, para tener metas comunes a partir del diseño de la propuesta que integre las diversas voces y alternativas metodológicas que van a integrar, como las experiencias de aprendizaje mediado. Estas propuestas permitirán el desarrollo de una Curaduría Educativa, en un modelo de participación activa en la construcción de aprendizajes nuevos, y alcanzar experiencias significativas. (Reuven Feurstein). Se integran estrategias que potencian el pensamiento creativo, divergente, flexible, analógico, intuitivo con plasticidad que se activa al provocar preguntas, propiciar aprendizajes contextuales, una dinámica participativa y dialogal.

El proceso que se planteó en el Curso de Curaduría Educativa implica una secuencia práctica-teórica que ayuda a los participantes a visibilizar las etapas de desarrollo del trabajo dentro del museo.

  1. La construcción de un Mapeo de Significado personal, es una estrategia que permite visibilizar los saberes previos y experiencias vinculadas sobre determinados conceptos y procesos que se incluyen en el trabajo inicial curatorial-educativo: conocimientos previos, imaginación, emociones, reflexión, escuchar y dialogar, sentimientos u observar, entre otros.
  2. El Diseño de guion educativo, permite construir un guion que de orden y estructure la construcción del discurso (el hilo conductor) que vincula el engranaje entre las colecciones desde una perspectiva integradora de los contenidos y las consideraciones pedagógico-metodológicas y la experiencia de aprendizaje. Aquí hay que tomar en cuenta que no solo importa lo que el museo quiere contar, sino los relatos que pueden construir las personas a partir del contacto con las colecciones.
  3. Los Contenidos: Cambio conceptual. implica su elaboración mas allá del planteamiento de los contenidos de manera cronológica, ponderando los datos y la información pura y dura. Este cambio de ecuación propone que los contenidos se sumen a otros formatos de experiencia de aprendizaje que permitirán que éstos se potencien:
    1. Ideas + contenidos. “no se trata el mensaje como una verdad a develar, sino como un tema que puede ser interpretado de diversas formas según el público que lo reciba”[5]
    2. Personas + participación + contenidos. Que los contenidos se vinculen con los objetos y las historias de vida que hay detrás y las personas que los crearon, disfrutaron, sufrieron o pensaron.
    3. Empatía + contenidos. Esto podrá propiciar el intercambio de puntos de vista en un ambiente seguro para aprender a escuchar otras voces y reconocer los juicios y reacciones sobre lo que dicen o hacen otros. 
    4. Experiencias + contenidos. Las posibilidades para hacer énfasis en como se pueden poner en práctica aquello que se lee, los conocimientos que puede adquirir a partir de la experiencia en sala, a partir de invitar a los visitantes a investigar, búscar, explicar, narrar o describir. 
    5. Memoria + contenidos. Juntos construimos la realidad, los recuerdos personales se integran a los colectivos y que tienen estrecha relación con el patrimonio tangible e intangible, donde cada persona tiene una representación mental (creada o construida por otros) sobre casi todo lo que nos rodea, sea natural o cultural.
    6. Emociones + contenidos. Un buen texto es capaz de emocionarnos, de contactar con lo que los objetos les producen, donde la inteligencia emocional, la autorregulación y la automotivación estén presentes. 
    7. Creatividad + contenidos. La creatividad es tan importante como la alfabetización y deberíamos darle el mismo status, dijo Ken Robinson. Implicaría permitir explorar el pensamiento divergente, el flujo libre de ideas y la imaginación. 
  4. Metodologías. Estrategias, mediación e interpretación para diseñar recursos en sala u otros. Esta etapa en del trabajo curatorial-educativo, necesita integrar propuestas interpretativas que medien con los visitantea a partir de “usar materiales sencillos y baratos para recrear, lo más cercano posible, la experiencia que queremos ofrecer a los visitantes, después, invitar a colegas, amigos, voluntarios a usar lo diseñado, y mejorar el diseño con esta retroalimentación”[6]:  El Menú para visitar museos (Torres, Zepeda) plantea alternativas creativas a partir de tres momentos: Entradas, platos fuertes, postres.
  5. El Montaje y presentación. Es la etapa prospectiva de cara al publico, donde pueden elegir y montar el espacio expositivo para hacer la presentación del proyecto, integrando todas las etapas. La muestra permite reflexionar sobre los procesos y resultados durante del recorrido con el instrumento de observación. 
  6. La Evaluación tiene que ver con la revisión de los procesos: ¿Se trabajó en equipo? ¿Se crearon contenidos innovadores? ¿Se contrastaron los saberes propios y los de los otros? ¿Se uso una metodología aplicada al proyecto? ¿Supimos a que visitantes se dirigió la propuesta? ¿Generaron experiencias en los visitantes? 

Estos proyectos implican tiempos mas permanentes, determinación de trabajar interdisciplinariamente, perseverancia en el dialogo y la reflexión conjunta, así como el hacer diario, para que cada vez mas se instaure como una practica habitual la Curaduría Educativa en más museos. Todos aportamos al cambio de ecuación. 

Referencias

Camnitzer, Luis, “Introducción”, en Educación para el arte/ arte para la educación, Porto Alegre, Fundación Bienal de Artes Visuales de Mercosur, 2009, p. 177.

Hoff Mónica. Museo Foro en MUAC, CCDMX, 2018.

Nuñez, Angélica. (2006) El museo como espacio de Mediación. Universidad del Cauca, Colombia. PDF. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/unih/n63/n63a10.pdf.

Pérez, Leticia. Probando, probando. El prototipo en exposiciones. Recuperado en https://eldivanmuseologico.wordpress.com/2016/04/27/probando-probando-el-prototipo-en-exposiciones/

Vargas, Elisa J. Educación en las Entidades museales. Museo Nacional de Colombia. Programa de fortalecimiento de museos. Bogotá, 2014.


[1] Vargas, Elisa J. Educación en las Entidades museales. Museo Nacional de Colombia. Programa de fortalecimiento de museos. Bogotá, 2014.

[2]  Camnitzer, Luis, “Introducción”, en Educación para el arte/ arte para la educación, Porto Alegre, Fundación Bienal de Artes Visuales de Mercosur, 2009, p. 177.

[3] Hoff Mónica. Museo Foro en MUAC, CCDMX, 2018.

[4] Zepeda Nayeli. Diseño para el museo ágil y responsivo, recuperado en Nodocultura.com 

[5] Nuñez, Angélica. (2006) El museo como espacio de Mediación. Universidad del Cauca, Colombia. PDF. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/unih/n63/n63a10.pdf.

[6] Pérez, Leticia. Probando, probando. El prototipo en exposiciones. Recuperado en https://eldivanmuseologico.wordpress.com/2016/04/27/probando-probando-el-prototipo-en-exposiciones/

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.